domingo, 5 de septiembre de 2010

Niños de la calle

Cuando la calle es el hogar de un niño y,
en el plato de cualquier adulto hay comida,
la vida va perdiendo la partida.

Cuando la inocencia de un niño es lapidada
por la inconciencia de la avaricia también así, ...
la vida se hace trizas.

El adecuado bienestar de los niños del mundo,
que son semilla, futuro y la generación emergente,
ha de ser tarea prioritaria y labor humanitaria.

Cuando la calle es el techo de cuerpecitos maltrechos,
nada será capaz de exculpar a los adultos por tales hechos.

La calle queda llena, tristemente llena de tristeza,
con la existencia de un solo niño que por morada la calle tenga.

Los niños no son de aquí ni de allá
y, ... cada niño es una nueva oportunidad para la humanidad.



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