lunes, 22 de abril de 2013

Organízate para luchar contra lo sucio del sistema, desde las propias entrañas del mismo.




Seguimos estando en ese compás de verlas venir, como en la orillita, en la playa, cuando exclamamos... ¡Cuidado, que viene otra más grande! - "amarra a los niños,... Y tal" -. Jugamos al "Ya está, ya pasó", pero nada más. Hacen falta más plataformas, con o sin escraches de serie; los desahucios no son la única mordedura que estamos sufriendo,... Son la gran consecuencia de una "despótica despolítica" que trae como resultado este engendro pretencioso que nos venden, para procurar la recuperación de una economía, que da pena. Son el resultado o consecuencia del gran desaguisado existente en política de empleo, que más parece "la Solución Final" del exterminio nazi; que cualquier paso razonable para buscar una solución al problema.

Lo han paralizado todo, absolutamente todo,... Más ciudadanos al paro que saturan los juzgados de lo social con razonables y lícitas demandas; unos juzgados con personal en merma económica y cero concursos de oposición para el empleo público que alivie, razonablemente, tal situación. Cada vez más empresas que cierran, con lo que el parado que quiere trabajo, ante la realidad de la falta de oferta, se encuentra, también, con una oscura perspectiva para el autoempleo. Más gente en la calle, pero gente endeudada - esclavos hasta los restos -; "carne de cañón de despiadadas entidades financieras".

En esta tremenda encrucijada, y a pesar de lo precario y desesperado de muchos casos; no debemos incurrir en  empeorar nuestra situación, con respuestas viscerales y de "animal acorralado",... Sin duda, debemos profundizar en la solidaridad entre todos los ciudadanos; asesorarnos desde las organizaciones ciudadanas para asestar golpes certeros, dentro de todo contexto democrático y amparado en la legalidad vigente. La revuelta callejera, de llegar a producirse, redundaría negativamente sobre todos nosotros y se emplearía como excusa fácil, para recortar más las libertades que nos merman día a día.    


Hay que romper la cantidad de hilos razonables, con el sistema, para vivir en él sin ser la parte esclava. Cuanto más dependas de un banco, más esclavo serás. Debemos tener la suficiente formación e información para que un banco sea una herramienta a nuestro servicio, y no la pieza angular sobre la cual girará nuestra vida, si nos dejamos atrapar por ellos.