¡Quién sabe!, igual tengo suerte por este camino por el que voy, aunque no es menos verdad, que la existencia misma de un camino es una gran suerte en sí. Pero, ¿qué es el camino, en definitiva?: acaso podemos decir que sólo es el espacio que tenemos por delante. Mucho me temo que no, pués el camino es también nuestra percepción de la realidad y nuestra actitud ante la misma. "¿Y si por este camino no se va a ninguna parte, si es peligroso, ... y si es mi camino final?"; ¡no!, debo alejar estos pensamientos, bastante tendré con las negruras que el camino me otorgue, para andar aumentándolas con mis miedos.
Alguien se acerca a lo lejos, - qué bueno, no estoy solo -, pero viene muy rápido, parece que tiene mucha prisa. Ciertamente, al pasar a mi altura me mira fijamente, pero sin decir nada y sin perder el ritmo, se aleja tras de mi, hasta perderse en el horizonte del camino. Todo me resulta un tanto extraño, como si todos estuviéramos en el mismo lugar pero en planos diferentes, sin interactuar. Así andamos un poco por la vida, cada cual en su rail como si fuéramos locomotoras, como si el mundo sólo fuera cada cual, y la pequeña parcela de realidad que lo circunda.
¿Estaré equivocado en la manera de manejarme en el camino?. A veces me hago muchas preguntas, porque tengo la tendencia natural a pensar que lo malo que me sucede es porque está dentro de mi: el enfoque que le doy a las situaciones, la importancia que resuelvo otorgarles, la forma de gestionar los sentimientos, las expectativas. Esto de caminar y hacer camino, no es cosa tan facil como que un pie siga al otro, sin más; además de esto, - de andar -, debo formar parte del camino y sintonizar con él, no sintiéndome un elemento extraño, no integrado.
Si, así, conocer a una persona es un camino, como el camino de empezar en un trabajo nuevo o el camino de seguir cuando alguien querido ya no está o el camino de tener hijos. La vida está llena de caminos pero: ¿cómo elegir el camino adecuado?, ¿se puede hacer?; personalmente pienso que venimos a este mundo y partimos en un camino, desde unas circunstancias concretas y con una realidad concreta y que a partir de ahí, cada cual "machete en mano, se va abriendo paso entre la venturosa vegetación".
¡Quién sabe!, quizás nos encontremos en el camino y hagamos camino juntos, o coincidamos en una parada del mismo o juntos hagamos un mismo camino.
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Profunda reflexión la de este texto.El no saber hacia dónde dirigirnos, el sentir inquietud por el paso siguiente a dar creo que forma parte de nuestra incertidumbre como personas, de nuestra fragilidad. Prever qué sucederá y hacer menos imprevisibles y decididas las elecciones va muy relacionado con el lote de experiencias, madurez emocional, carácter y bagaje que lleva en la mochila el viajero. Pero esta es una opinión muy personal.
ResponderEliminarMe gusta el cambio de color del formato del blog. Ese rojo, aún dentro de lo tonalidad de los colores tierra, transmite fuerza.
Saludos.
Ana
Gracias Ana, veo que hemos confluido en una parte del camino.
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