El hombre no puede prescindir del aire que respira, y lo sabe, sin embargo lo contamina. Si esto no es suficientemente malo, tampoco cuida la vegetación que es fuente de vida y pulmón del planeta. El hombre es el ser racionar e inteligente que habita la Tierra, el mismo que toca un banco del parque, cuyo espaldar muestra un letrero que dice: ¡ojo, pinta!. La humanidad ha conocido a grandes hombres y mujeres durante su historia, sin embargo el devenir del tiempo nos muestra un planeta maltratado por el hombre, nos muestra una realidad que pone en entredicho la gestión que el hombre ha hecho del planeta. " Hay que ser inmensamente estúpido, para vivir en una pompa de jabón y fumar como un carretero ".
El hombre inventa la guerra, la actividad más estúpida e incongruente del hombre; donde quiénes deciden la guerra no luchan en ella y quiénes luchan no saben porqué lo hacen, matando a desconocidos o muriendo a manos de éstos. Lo más tristemente gracioso de las guerras es que mueren más civiles que soldados preparados para la guerra, y que esos soldados fueron instruidos con los impuestos de muchos civiles que morirán. Cuando hay guerra el hombre deja de ser hombre, y lo deja de ser de forma colectiva, porque la guerra es una gran locura que convierte al hombre en una bestia.
El hombre, con la economía, "ha jugado a ser un artificiero barato" y de ser manejador de la situación ha pasado a ser un esclavo de los intereses económicos. ¡Qué gran mundo ha construído el hombre!, el ser más grande e inteligente de la Tierra, el que crea sociedades en las cuáles es dependiente de todo. Hace mucho tiempo que el hombre abandonó la autosuficiencia, dándo la espalda a la naturaleza para refugiarse en el gris hormigón, ése que hoy lo atrapa y asfixia.
Las prisas, el hombre siempre tiene prisa, mucha prisa, ... porque no puede perder ni un segundo. Vive agobiado, en una sociedad en la que la mayoría de ellos están para solventar pagos, gracias al producto de un trabajo, con un sueldo limitado que sólo les permite vivir al día, - en el mejor de los casos -, en un círculo vicioso, que viven sin darse cuenta del paso de los años. Y los que no trabajan, " van obteniendo la muerte social ", porque en una sociedad donde no se tiene un trabajo, ... pronto pasas a perder la identidad como persona, te frustras y te marginas o te marginan. Algo falla, pero el ser más inteligente del planeta aún no ha podido dar con el mal que hace que exista la situación que se vive.
El hombre, ¡qué gran mentira!, ¡qué pena de Planeta!.
Tal vez, y desde mi punto de vista, tenga mucho que ver con la inexistencia de un “arrepentimiento” colectivo. Me refiero a que cuando existen sucesos, actos denigrantes, catástrofes provocadas por el hombre, buscamos a un individuo o un grupo de ellos a los que hacer responsables, los culpamos y continuamos. Y no reflexionamos en cuánta responsabilidad nuestra existe también al haberlo permitido, al haber hecho oídos sordos, en definitiva, al no involucrarte en corregirlo, mejorarlo e incluso haber dicho “no”. Y si no pensamos en ellas no hay posibilidad de evitar repetirlas. Me gusta el lema de alguien que admiro mucho (J.A.Marina) quien responde a la pregunta ¿Qué haces para adecentar el mundo? “Hacer lo que sé de la mejor forma posible, por mí que no quede”. Saludos.
ResponderEliminarAna
Hola Ana, muchas gracias por tu razonado e instructivo comentario. Siempre es un placer saber y aprender de ti.
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