Sin rostro

No tengo rostro
porque los rostros no dicen nada,
soy intemporal, … de aquí y de allá.

No pretendo sentar Cátedra,
pues no soy docto en nada,
y sí, … aprendiz de todo.

Capto energías, tu energía, porque energía somos.
Me impregno de ti … porque me inspiras, me alientas y me sustentas.

Detrás de estas retretas, más que un poeta al uso,
hay un trovador del medioevo o un proscrito …
de los Tiempos Nuevos.

Como águila, … vuelo libre,
águila cuyo nombre es Imaginación
y de apellido Contemplación.

Me recreo en lo mundano y en lo que está al alcance de la mano:
miradas, caricias, risas, abrazos, esfuerzos, sufrimientos …. tú.

Sin rostro, …

un alma que escribe,
que besa con la palabra,
abraza con las frases y ahoga,
en los párrafos, …
las ansias de ti.

Mira a través de mis pupilas,
acércate al abismo de mis ojos,
descubre la pasión que hay tras el misterio.

Sin un rostro
hay desconcierto, cuando en verdad,
debemos mirar con los ojos cerrados y,
con los otros sentidos agudizados, …
sentir que nuestros corazones han conectado.

Una imagen vale más que mil palabras, … eso dicen, sin embargo, no conozco ni una sola letra que el tiempo oxide.

Una imagen es un instante secuestrado en el tiempo, un instante de acierto o desconcierto más,

lo único verdaderamente cierto,
es vivir desde el interior hacia afuera,
lo demás … es pura quimera.