Lance Edward Armstrong, ganador de siete tours de Francia seguidos, - ni uno, ni cuatro, ... sino siete -, resulta que ahora se afirma que hay pruebas contundentes de que el ciclista se dopaba. Lo desconcertante, - a mi humilde entender -, es que después de siete tours seguidos, no se le atribuye un dopaje con alguna sustancia desconocida hasta ahora, sino que se le acusa de haberse dopado con eritropoyetina (EPO), una sustancia que se le atribuye a, - como "descubridor" -, Allan Jacob Erslev, que publicó en 1953 los primeros artículos científicos en los que se probaba sin duda alguna la existencia de la eritropoyetina.
El efecto "positivo" de la EPO se debe a que aumenta la masa eritrocitaria (elevando el hematocrito), lo que permite un mejor rendimiento del deportista en actividades de ejercicio aeróbico. De esta forma se aumenta la resistencia al ejercicio físico.
Según un estudio de Ekblom, el suministro de rHuEPO a individuos sanos
durante seis semanas produjo un aumento del consumo máximo de oxígeno (VO2 max) en un 6,4% y de la resistencia al esfuerzo; a través principalmente de un aumento del 10% en la Hemoglobina.
Para sospechar el uso de eritropoyetina en actividades deportivas, basta
con un análisis de sangre, ya que la administración de EPO produce,
como hemos dicho, un aumento de la masa eritrocitaria, fácilmente
observable mediante el valor del hematocrito, que no es otra cosa que el
porcentaje de la sangre que se debe al volumen de los hematíes.
Visto lo expuesto hasta ahora, si sólo es necesario un análisis de sangre, ... ¿debemos pensar que a Lance Armstrong no se le hizo ninguna prueba, durante cada uno de esos siete tours consecutivos?. Parece que la respuestas y otras muchas más, a la pregunta anterior pudiera estar en lo siguiente:
"el médico italiano Michele Ferrari, los
españoles Pedro Celaya y Luis García del Moral y su técnico Johan
Bryuneel, quienes negaron las acusaciones.
Los medios italianos afirmaron que Ferrari,
quien comparó el consumo de EPO (eritropoyetina) con el jugo de
naranja, recibió del ciclista texano un pago de 465.000 dólares por los
tratamientos del 2005".
No hay que perder de vista el negocio del patrocinio deportivo; ¿qué negocio sería este, si el deportista de élite es declarado culpable de dopaje?:
" el patrocinio deportivo es una acción de marketing
llevado a cabo para promover la venta de productos a través del deporte
así como los valores que el deporte pueda transmitir asociando una
marca o producto a un club, deportista o evento.
Es una realidad que el deporte se ha transformado desde un mero hobby
o actividad física saludable de principios del S. XX en un sector a
tener en cuenta en una economía, lo cual provoca la profesionalización
de los deportistas, del propio sector y de todos sus niveles.
Un sector tan amplio que no se reduce tan solo a los equipos
profesionales del más alto nivel, sino que engloba a su vez tanto
pabellones deportivos municipales con su oferta de actividades, como de
los clubes y gimnasios privados, la venta de material deportivo, el
patrocinio de una entidad deportiva por parte de una determinada empresa
comercial, o la organización de macro eventos deportivos (Olimpiadas,
competiciones de alcance europeo, mundial, etc.)".
Seguro que podemos exponer otros muchos argumentos que sustenten las sospechas del engaño en las competiciones deportivas, y no precísamente como algo aislado de algunos deportistas, sino como algo "casi generalizado", donde hay un complejo entramado de médicos, preparadores deportivos y lucrativos intereses económicos. Nos engañan de la peor manera posible,... insultando nuestra inteligencia.
El "caso Dívar", a "Dios rogando y con el mazo dando", - y nunca mejor dicho, porque tiene bemoles,... asistir al santo oficio en vehículo oficial, y "dar con el mazo, a modo de dañar a la ciudadanía despilfarrando los dineros públicos"-. Pero tanto en este caso, como en el de Lance Armstrong, y de tantos otros -, nunca vemos a los culpables, que son necesarios, para que estas cosas sucedan.
El ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón apoyó a Carlos Dívar, dando por ello muestras de ser muy poco responsable. Además se opuso a la petición de comparecencia ante el Congreso de los Diputados presentada por Izquierda Unida (a la que a última hora también se ha sumado el PSOE), explicando que el presidente del CGPJ no tiene por qué acudir al Parlamento porque "no es competencia" de éste "el control político del órgano de gobierno de la magistratura". Puso una cortina de humo al afirmar que las responsabilidades de los miembros del Poder judicial "corresponde que se exijan en el seno del propio Consejo".
El diario El País informaba de que en 2010, el escolta de Carlos Dívar recibió la medalla al mérito policial con distintivo rojo, que conlleva una pensión del 10% de aumento en su salario de por vida. Entre 1996 y 2005, fue galardonado con una medalla al mérito policial con distintivo blanco, otra, al merito de la Guardia Civil, y con dos cruces de San Raimundo de Peñafort. "No hay vergüenza alguna, se creen poderosos y actuan con absolutismo absoluto". En ambos casos, - y es muy frecuente verlo en otros muchos -, los actores necesarios para que estas tropelías sean materializadas, quedan en un segundo o tercer plano y nadie parece reparar en ellos, quedando anónimos e impolutos.
Carlos Dívar Blanco fué nombrado Presidente del Consejo General del Poder Judicial, por acuerdo entre el PSOE y el PP, - siendo esto un acto político -, en vez de ser elegido por los 20 Vocales del Consejo
Dívar, "a Dios rogando y con el mazo dando":
Lo que ya no gustará tanto a los que defienden que la Justicia esté totalmente separada de la religión es que el apartado 38 del ideario de la Adoración Nocturna Española asegura que deben defender a la familia cristiana “por ser la célula de toda sociedad organizada, que está siendo objeto en nuestros días de los más furibundos ataques por la fuerzas del mal”. Dívar tendrá que votar como presidente del CGPJ anteproyectos de ley como la ampliación del aborto o la legalización del suicidio asistido.
Su compromiso católico también lo ha hecho público. En menos de dos meses participará en el X Congreso Católicos y Vida Pública, organizado por la Universidad CEU. Si no falla en el último momento, compartirá mesa redonda con dos de los más importantes agitadores de la derecha contra las políticas del Gobierno socialista: Benigno Blanco, presidente del Foro Español de la Familia, y Enrique López, hasta la semana pasada vocal del Poder Judicial y uno de los candidatos del PP al Constitucional.
Dinero para el bocadillo
En la web de la Hermandad del Valle de los Caídos aparecen al menos tres artículos firmados por Dívar y fechados en los años 2000, 2001 y 2003. En el titulado Importancia del juez en la sociedad, el nuevo presidente del Supremo aboga por un juez “humano, metido en cuantos problemas afectan a la sociedad que le rodea (…), llamado a defender a los más necesitados, como los ausentes, los desaparecidos, los incapaces, las personas marginadas...”. En Justicia y Juan Pablo II, Dívar mantiene que “sólo en amar a Cristo y hacerle amar, en una vida coherente y cabal, se encuentra la única y verdadera Justicia”. Y en el más reciente, bajo el epígrafe ¿Terrorismo en España? ¿Terrorismo en Europa?, asegura citando Juan Pablo II que “una civilización jurídica, un Estado de Derecho y una Democracia (...) no sólo se caracterizan por una eficaz estructuración de sus ordenamientos, sino, sobre todo, por fundarse en las razones del bien común y de los principios morales universales inscritos por Dios en el corazón del hombre”. El ahora presidente del CGPJ y del Supremo no tiene culpa, en este caso, de compartir reflexiones con otros articulistas de la talla de Gustavo Morales y Miguel Ángel Loma –conocidos por su vinculación con el falangismo–, de revisionistas como Pío Moa o ultras reciclados como J. J. Esparza.
De comunión diaria y vigilia mensual, Dívar vive solo y es respetado por todos los que lo conocen. Muchos lo admiran porque sus creencias se traducen en ayudar personalmente a indigentes y marginados. “Hace gestiones siempre que puede con instituciones penitenciarias para ayudar a algún preso o a sus familias”. Nadie olvida en la Audiencia que cuando dejaba en libertad a algún detenido que apenas tenía para comer, él le daba para un bocadillo.
Fuentes de la Audiencia comentaron que el gobierno de los jueces es “un avispero distinto al de la Audiencia. Mucho más politizado, donde Dívar tendrá que demostrar sus dotes de consenso. Allí no valen sólo las buenas palabras”.
Nada más ser elegido, el miércoles 24 de septiembre, agradeció los elogios y las críticas que ha recibido porque le han supuesto “una lección de humildad”. Y dijo que le vendrían muy bien para su nuevo cargo.
En la Audiencia muchos lo echarán de menos. “Ha sido consuelo para muchos en momentos difíciles”, cuenta una funcionaria. Este año, en una entrevista a Popular TV dijo: “Yo Intento que la Administración de justicia sea lo más cercana posible a la divina”. Unos confían en que su responsabilidad institucional estará por encima de sus creencias; otros piensan que sus creencias influirán en sus decisiones. El pasado viernes los altos cargos de la judicatura recibieron una nota: el 29 de septiembre, en la iglesia de Santa Bárbara, el cardenal Rouco celebrará un oficio para darle suerte".
Así y todo, el mejor "Tour" ganado por Lance Armstrog fue su carrera contra el cáncer, de lo que todos nos alegramos y hacemos nuestra su victoria.
Lance Armstrong, Símbolo de Resiliencia
Carlos Dívar Blanco
Juez y santurrón vocacional
El "caso Dívar", a "Dios rogando y con el mazo dando", - y nunca mejor dicho, porque tiene bemoles,... asistir al santo oficio en vehículo oficial, y "dar con el mazo, a modo de dañar a la ciudadanía despilfarrando los dineros públicos"-. Pero tanto en este caso, como en el de Lance Armstrong, y de tantos otros -, nunca vemos a los culpables, que son necesarios, para que estas cosas sucedan.
El ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón apoyó a Carlos Dívar, dando por ello muestras de ser muy poco responsable. Además se opuso a la petición de comparecencia ante el Congreso de los Diputados presentada por Izquierda Unida (a la que a última hora también se ha sumado el PSOE), explicando que el presidente del CGPJ no tiene por qué acudir al Parlamento porque "no es competencia" de éste "el control político del órgano de gobierno de la magistratura". Puso una cortina de humo al afirmar que las responsabilidades de los miembros del Poder judicial "corresponde que se exijan en el seno del propio Consejo".
El diario El País informaba de que en 2010, el escolta de Carlos Dívar recibió la medalla al mérito policial con distintivo rojo, que conlleva una pensión del 10% de aumento en su salario de por vida. Entre 1996 y 2005, fue galardonado con una medalla al mérito policial con distintivo blanco, otra, al merito de la Guardia Civil, y con dos cruces de San Raimundo de Peñafort. "No hay vergüenza alguna, se creen poderosos y actuan con absolutismo absoluto". En ambos casos, - y es muy frecuente verlo en otros muchos -, los actores necesarios para que estas tropelías sean materializadas, quedan en un segundo o tercer plano y nadie parece reparar en ellos, quedando anónimos e impolutos.
Carlos Dívar Blanco fué nombrado Presidente del Consejo General del Poder Judicial, por acuerdo entre el PSOE y el PP, - siendo esto un acto político -, en vez de ser elegido por los 20 Vocales del Consejo
Dívar, "a Dios rogando y con el mazo dando":
"Pertenece a la Adoración Nocturna de Madrid, una forma de apostolado que tiene como principal liturgia la oración en vela al estilo de las vigilias de los antiguos cristianos, y habitual de conferencias de contenido mariano, Carlos Dívar no ha ocultado su gran pasión: Tierra Santa. En mayo de 2008, invitado por el Centro Tierra Santa de Madrid, dio testimonio de peregrino asiduo –más de treinta veces ha reconocido haber viajado a los santos lugares– en su conferencia Por amor a Jerusalén. Inició su intervención con una frase que seguro le sirve de consuelo cada mañana cuando se dirige a la Audiencia. “Cuando se ama no hay nada que temer”, y continuó asegurando que “una vez descubierta y conocida la tierra del Señor ya no me interesan otros lugares”. De su sacrificio vital da cuenta la web del Centro al asegurar que la mitad de las veces ha viajado hasta allí por la ruta del Éxodo, “la más dura y reconfortadora”, que atraviesa Egipto, Jordania e Israel.
Lo que ya no gustará tanto a los que defienden que la Justicia esté totalmente separada de la religión es que el apartado 38 del ideario de la Adoración Nocturna Española asegura que deben defender a la familia cristiana “por ser la célula de toda sociedad organizada, que está siendo objeto en nuestros días de los más furibundos ataques por la fuerzas del mal”. Dívar tendrá que votar como presidente del CGPJ anteproyectos de ley como la ampliación del aborto o la legalización del suicidio asistido.
Su compromiso católico también lo ha hecho público. En menos de dos meses participará en el X Congreso Católicos y Vida Pública, organizado por la Universidad CEU. Si no falla en el último momento, compartirá mesa redonda con dos de los más importantes agitadores de la derecha contra las políticas del Gobierno socialista: Benigno Blanco, presidente del Foro Español de la Familia, y Enrique López, hasta la semana pasada vocal del Poder Judicial y uno de los candidatos del PP al Constitucional.
Dinero para el bocadillo
En la web de la Hermandad del Valle de los Caídos aparecen al menos tres artículos firmados por Dívar y fechados en los años 2000, 2001 y 2003. En el titulado Importancia del juez en la sociedad, el nuevo presidente del Supremo aboga por un juez “humano, metido en cuantos problemas afectan a la sociedad que le rodea (…), llamado a defender a los más necesitados, como los ausentes, los desaparecidos, los incapaces, las personas marginadas...”. En Justicia y Juan Pablo II, Dívar mantiene que “sólo en amar a Cristo y hacerle amar, en una vida coherente y cabal, se encuentra la única y verdadera Justicia”. Y en el más reciente, bajo el epígrafe ¿Terrorismo en España? ¿Terrorismo en Europa?, asegura citando Juan Pablo II que “una civilización jurídica, un Estado de Derecho y una Democracia (...) no sólo se caracterizan por una eficaz estructuración de sus ordenamientos, sino, sobre todo, por fundarse en las razones del bien común y de los principios morales universales inscritos por Dios en el corazón del hombre”. El ahora presidente del CGPJ y del Supremo no tiene culpa, en este caso, de compartir reflexiones con otros articulistas de la talla de Gustavo Morales y Miguel Ángel Loma –conocidos por su vinculación con el falangismo–, de revisionistas como Pío Moa o ultras reciclados como J. J. Esparza.
De comunión diaria y vigilia mensual, Dívar vive solo y es respetado por todos los que lo conocen. Muchos lo admiran porque sus creencias se traducen en ayudar personalmente a indigentes y marginados. “Hace gestiones siempre que puede con instituciones penitenciarias para ayudar a algún preso o a sus familias”. Nadie olvida en la Audiencia que cuando dejaba en libertad a algún detenido que apenas tenía para comer, él le daba para un bocadillo.
Fuentes de la Audiencia comentaron que el gobierno de los jueces es “un avispero distinto al de la Audiencia. Mucho más politizado, donde Dívar tendrá que demostrar sus dotes de consenso. Allí no valen sólo las buenas palabras”.
Nada más ser elegido, el miércoles 24 de septiembre, agradeció los elogios y las críticas que ha recibido porque le han supuesto “una lección de humildad”. Y dijo que le vendrían muy bien para su nuevo cargo.
En la Audiencia muchos lo echarán de menos. “Ha sido consuelo para muchos en momentos difíciles”, cuenta una funcionaria. Este año, en una entrevista a Popular TV dijo: “Yo Intento que la Administración de justicia sea lo más cercana posible a la divina”. Unos confían en que su responsabilidad institucional estará por encima de sus creencias; otros piensan que sus creencias influirán en sus decisiones. El pasado viernes los altos cargos de la judicatura recibieron una nota: el 29 de septiembre, en la iglesia de Santa Bárbara, el cardenal Rouco celebrará un oficio para darle suerte".
"Escuchando al Mesías"
¿No es egoísta y pretencioso, aquél que creyéndose válido para impartir justicia, pretenda acaparar la humana y la divina?
Hola Ariadna, buenos días. Disculpa la demora en contestarte pero hace bastante tiempo que no entro al blog. Quedo agradecido de tu proposición y te doy las gracias por tu deferencia y tus ánimos.
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