Alhambra
LARGO ES EL CAMINO
Esta vez cabalgo solo,
voy ligero de equipaje, ...
es muy largo el camino.
El Mundo está lleno,
más lo siento frío y vacío.
Aquí pernocto y al alba parto.
Esta vez cabalgo solo, ...
seré mi único amigo y mi único enemigo.
El pasado es humo, ... una estela.
Largo es el camino, ...
Mi sangre es palestina y siento
como se coagula en mi interior,
cuando artefactos de muerte
siembran los campos de estupor.
Mi sangre es kurda cuando
me asfixian y exterminan,
con la química de la maldad
y, ... por absurda vanidad.
Mi sangre es africana cuando
sólo veo miseria y hambre.
Mi sangre es africana cuando
almas resecas de sufrir vienen
a nuestros mares a sucumbir.
Mi sangre es indígena cuando
me excluyen a un reservado terruño,
es haitiana, cuando la tierra baila bajo mis pies
o cubana, cuando toda una ciudadanía es detenida
en el tiempo.
Mi sangre es de mujer cuando
veo lapidaciones, vejaciones y malos tratos.
Es de niño cuando hay abusos, desamparo y desarraigo familiar.
Mi sangre está contaminada de un sufrimiento sin igual.
Mi sangre es bereber
alcanzando su máxima expresión, ...
sintiéndome tuareg.
Y mi sangre, ante todo, es europea, norteamericana
o de cualquier país avanzado del planeta cuando
siento mucha, ... mucha vergüenza ajena,
y una profunda oquedad en el Alma.
¡Mi sangre, ... mi sangre, ... simplemente
es la tuya!
Deprisa, deprisa, ... hacia ninguna parte
Siempre deprisa hacia ninguna parte,
con caminar ansioso y en un cotínuo busca que te busca.
Tu afilado y enjuto aspecto se pasea por el barrio,
donde las viejecitas y las marujas aprensivas o prejuiciosas;
cambian de acera ante tus nerviosos pasos.
Nadie te otorga confianza ni credibilidad,
pues tu voluntad cuesta menos que un café
y es infinitamente más débil que tu desesperación.
Andarín de caminos lúgubres y sórdidos;
bufón de los suburbios, herramienta de hampones,
y esclavo de tus adicciones.
El tiempo corre hacia ti como un tren de alta velocidad,
evidenciando, día a día, los destrozos en tu cuerpo y mente.
Un día caíste en el pozo y renegastes de ti.
Perdistes tu identidad, la dignidad y la fuerza
necesaria para trepar por sus paredes.
Asiduo visitante de papeleras y contenedores,
como un sucio y abandonado perro sin collar;
la hipócrita sociedad te despoja de toda humanidad.
En tu soledad y en tus contados momentos de dura lucidez,
echas mano de tu raída cartera, donde sólo atesoras
una foto tuya, ... junto a tu madre.
Una madre que intentó todo para que salieras del abismo,
para que dejaras de ser un proscrito de la vida.
Una foto te recuerda que una vez fuistes persona,
pero a la vez, ... te recuerda lo profunda que fue tu caída.
Efímero, pronto pasa tu momento de dura lucidez;
la química te reclama y pronto, la ansiedad, te devuelve
deprisa, deprisa, ... hacia ninguna parte.
Niños de la calle
Cuando la calle es el hogar de un niño y,
en el plato de cualquier adulto hay comida,
la vida va perdiendo la partida.
Cuando la inocencia de un niño es lapidada
por la inconciencia de la avaricia también así, ...
la vida se hace trizas.
El adecuado bienestar de los niños del mundo,
que son semilla, futuro y la generación emergente,
ha de ser tarea prioritaria y labor humanitaria.
Cuando la calle es el techo de cuerpecitos maltrechos,
nada será capaz de exculpar a los adultos por tales hechos.
La calle queda llena, tristemente llena de tristeza,
con la existencia de un solo niño que por morada la calle tenga.
Los niños no son de aquí ni de allá
y, ... cada niño es una nueva oportunidad para la humanidad.
Qué bueno ser ...
Qué bueno, ser como el agua.
Agua que fluye y avanza por los cauces creados,
o quieta y serena, ... en cualquier recipiente dado.
Qué bueno ser como el agua que,
aún mostrando esa aparente docilidad,
nunca pierde su cuerpo y esencia.
Ser como el agua y,
sin perder mi personalidad e identidad,
estar siempre a toda situación adaptado.
Qué bueno, ser como el aire que,
alegre y divertido juega con la cometa de un niño,
esculpe abstractas figuras en las rocas,
o simplemente sea el aliento que anticipe el beso de tu boca.
Ser como el aire que arrastra las hojas de otoño,
la arena de los desiertos, o las velas de un viejo galeón, ...
con el ánimo ansioso de hacer visible la inminente llegada a tu lado.
Qué bueno, ser como el fuego
para avivar las brazas de nuestros corazones,
que sequen tus lágrimas cuando llores, ...
que te de aplomo cuando sientas que se desvanecen las ilusiones.
Fuego que funda nuestros corazones en un solo corazón,
que convierta nuestras noches en desvelos de pasión y los días ...
colmados de respeto y admiración.
Tierra
Pensaba, ciertamente, sobre el porqué de mi venida,
sobre el porqué de mi nacimiento, … en definitiva.
Realmente no elegí venir, ni lo contrario tampoco,
creo que nadie de aquí lo pidió y, … lo contrario tampoco.
Será, quizás, que viendo donde hemos venido o dónde nos han traído,
es por lo que comentamos, pensamos o incluso decimos y maldecimos
el negro sino de vivir en un mundo, … muy poco fino.
Y no fino por desafinado,
pero sí mugriento, vapuleado, descarnado, … maltratado.
Cuántos más venimos, … más se disgusta el Planeta.
Como visita inoportuna, … llegamos y,
por mucho que se defienda, con seísmos y cataclismos,
seguimos siendo los mismos y caminando … hacia el abismo.
Condenados a vivir en el paraíso con el sudor esforzado de nuestras frentes,
a llegar causando dolor a nuestras madres en sus vientres y,
condenando al paraíso mismo a sufrir nuestras acciones incongruentes.
Parece ser que es incompatible el Hombre y el Paraíso,
como la arena y el granizo más así, … ¡Dios lo quiso!.
Tierra que cobijas nuestras miserias,
que enfermas y languideces con nuestras guerras, …
avaricias y codicias.
Tu faz languidece según el hombre crece,
tu destino parece darle eterno cobijo mientras tú,
Madre Tierra, … pereces.
La Maldad
La maldad, disfrazada de envídia, en el bosque se adentró
y con la luz de todas las luciérnagas, ... acabó.
Presentes y lisonjas gratuitas,
muchas veces, armas de la envídia son, ...
nunca dejes que falsas luces te cieguen ni que espejismo alguno te confunda.
La maldad de mil formas se disfraza para llegar al feudo
que supone el castillo que aloja tu Alma.
Resiste, cual valiente guerrero madieval, ...
a las ruindades de su asedio.
¡Nunca dejes de brillar!.
AHORA
Injusta es la vida,
así ha sido siempre, ...
así seguirá siendo.
Es injusta porque sí,
no busques explicación, ...
¡acepta lo que hay!.
La vida es dolor,
desde el inicio hasta el final.
No hay vida sin dolor, ...
no hay vida sin su aceptación.
No hay vida rememorando
tiempos pasados, ...
sólo el tormento de la culpa.
No hay vida soñando
con tiempos futuros, ...
sólo la mordedura de la ansiedad.
Sólo hay vida cuando se vive cada momento,
la vida se vive sólo en el presente, cualquier otra cosa
es simplemente, ... estar ausente.
No hay vida sin el ahora.
Quiero entenderte
Quiero entenderte, mujer.
Entender de tu sentir, de tus enfados, tus deseos,
tus prioridades, … tus debilidades.
Entenderte para quererte más y mejor,
estudiar tu lenguaje y no sólo conocer el dialecto
del deseo porque tú, mujer, …
eres más que un dulce devaneo.
Conversar frente a frente y practicar la comunicación, … hasta que la virtuosidad, por la práctica, consiga que solo conversen nuestras miradas.
Decirnos tantas y tantas cosas, hasta que no sea necesario decirnos más nada, … que tu deseo sea mi devoción, mi vocación, … mi acción.
Quiero entenderte, mujer.
Entenderte para comprender el daño que te pude haber causado, por las muchas veces que no supe estar a tu lado.
Entender, mujer, … que sin ti no voy a ningún lado y que,
sin entenderte, no podré estar asido a tu mano.
Vivir mil vidas, si pudiera, … eso quisiera,
para mil veces amarte, … mil veces adorarte.
Cuando se siente y se quiere de veras,
ningún tesoro, poder o riqueza estará a la altura
de semejante privilegio, … el privilegio de amar.
Aún, en los amores no correspondidos,
el amante no amado, en el dolor de la negación,
es siempre más dichoso, … al haber sido tocado
por el alado ángel caprichoso … del amor.
Quiénes nunca hayan querido, amado o deseado,
son los desafortunados desterrados de la felicidad.
La inexplicable energía de los enamorados,
canalizada y ponderada, bien pudiera por lo físicos ser utilizada,
de seguro la Humanidad, … infinitamente abastecida estuviera.
¡Cuántas cosas habremos hecho por amor y desamor!.
Las locuras realizadas por amor son más increíbles que la inmensidad del mar,
la infinidad del universo o la majestuosidad de los desiertos.
Amar, … siempre amar,
porque nada sobre la faz de la Tierra tiene sentido sin amor.
Respirando tus ausencias
Me voy a dormir pensando en ti,
para tener motivos en levantarme mañana.
Quitaré todas las ventanas de mi morada,
para que el aroma de tu piel no escape a mis sentidos.
Te buscaré cada día en mis recuerdos,
para que no duelan tus ausencias,
contar pronto con tu presencia, …
y formar parte de tu existencia.
Cuando no estás, no soy.
Cuando no te veo, no existo.
Cuando no te beso, … me muero.
Regresa pronto, dándome vida
y tómala sin medida.
Tu fuego
Mi cuerpo el frío pierde,
al dulce calor de tu amor, al fuego de tu pasión,
a tu mano tendida, … sin condición.
Alejarse de ti perder la vida es, ...
como la Tierra sin un Sol que la ilumine,
sin aire con el que respire, … sin ojos con los que te mire.
Ruge mi corazón como león enjaulado, …
cuando te siento a mi lado.
Vibra tu cuerpo al contacto de piel con piel, …
al fuego abrasador de nuestros labios.
Sin ti el amanecer es granizo y penumbra,
nada siento sin el calor de tu fuego,
si no tengo tu luz mi alma queda ciega.
Tu fuego es la luz del faro que guía,
tu calor el alimento de mi corazón, …
eres mi día a día.
Tu fuego es mi energía,
sin tu fuego … la vida perdería.
Al viento del Este
Mil encrucijadas,
mi camino tiene,
aún así, mi paso firme
nunca se detiene.
¡Cuánta gente, ... en mi vida ha entrado!.
¡Cuánta gente, ... de mi vida ha salido!
Mi gastado calzado,
cual pluma de escritor, ...
mi camino escribe.
Agrandar el camino, ... avanzando,
ensanchar el camino, ... estableciéndome,
enriquecer el camino, ... sembrando,
disfrutar el camino, ... sintiéndolo.
Alma, corazón y mente,
en el camino crecen.
Alma, corazón y mente, ...
en el camino perecen.
Simbiotizado con la arena y,
en sus entrañas, mi cuerpo se esconde.
Signos vitales que se ralentizan, ...
bajo la arena como un reptil larvado ...
frío e inerte,
espero el momento adecuado para emerger, ...
nuevamente.
Al viento del Este
Sin hogar
Los hemos llamado de tantas maneras distintas,
como si no fueran fácilmente identificables
y casi, como separando:
ellos, esos, los de allí, …
Como si fuera imposible llegar a ser uno de ellos, … uno más.
¡Tú o Yo!
Sus diferentes nombres obedecen más a eufemismos e hipocresías, y a ser políticamente correctos, palabras nuevas y mejor sonantes, que no afean tanto la boca de los políticos cuando han de nombrarlos.
¡Qué ironía, humanización del lenguaje en lugar de personas humanizadas!:
Mendigo, vagabundo, carrilero, transeúnte,
indigente, sin techo, … sin hogar.
Frente a mi ventana,
te veo en la calle,
día tras día, … estás ahí .
Tu rutina pudiera ser mi reloj,
contemplarte es reflexión y, …
dolor.
Desde que hay alguien en la calle, frente a mi ventana,
el frío, la lluvia, el calor, la sed, el hambre …,
alcanzan otra dimensión.
En tu piel pudiera estar yo
y alguien, al otro lado de la ventana,
simplemente, … mirando.
¡Guitarra mia!
Bello cuerpo de mujer, … sobre mis brazos acostada,
compañera fiel en momentos de alegrías y amarguras,
sobre mis brazos tendida, … como hembra sinuosa.
Confidente fiel de mis más hondos sentimientos,
entraña musicada sale de tus adentros, … transmitiendo lo que siento.
Solos o en compañía de amigos, a la luz de una fogata, …
tu música a todos embarga y aúna con sentidos o divertidos cánticos.
¡Guitarra mía!, … compañera inseparable de cuerdas nacaradas, …
como los dientes de una diosa de ébano.
No hay bohemio, soldado , aventurero o poeta que no sepa de tu compañía,
de tus cercanas melodías, del bramar de tus cuerdas , … rasgadas por manos ávidas de transmitir todo el sentir del corazón, de besar al viento con la pasión del alma.
¡Guitarra mía!, … que desnudas mi alma, enciendes pasiones y, … espantas soledades.
Curvas de mujer hermosa que mis brazos toca, cuerdas que invitan a la oda embriagadora, … bello instrumento que delata el espíritu de quien te toca.
... ¡Guitarra mía!
Se Fue
Dolor porque no estás,
cuando se que no te veré más,
cuando el dolor por tu ausencia, ...
desdibuja mi existencia.
¡No ver más tu mirada,
la frescura de tu sonrisa,
el aroma de tu pelo,
la voluptuosidad de tu cuerpo!
¿existe tormento mayor?
Tu amor fue como el Sol del Este:
joven, exultante, esperado, …
siempre querido y deseado.
Duros y pesados
se hacen mis pasos
cuando los tuyos no están, …
cuando se que no te veré más.
Hoy que no estás
soy yo quién también muere,
como el Sol del Oeste:
viejo, herido y cansado, …
desaparezco resignado.
A ella
Soy la mirada que tu presencia inspira
y tú, ... la ilusión que en mi corazón anida.
Mi agua, mi nutriente, mi abrigo, ... mi destino.
Te siento parte de mi ser.
No hay camino si no caminas a mi lado,
sin el roce de tu piel,
el calor de tus labios, ...
el palpitar de tu corazón.
Como centauro soy contigo,
dos, ... que conforman uno
y sin tí, ... nada.
Todo queda condicionado a sentir que estás por mi,
a percibir que tus sentimientos confluyen con los míos.
Te siento y veo en todo lo vital y bello:
en una rosa, un nuevo amanecer,
en el aire que respiro,
la luz del Sol, las olas del mar, ... en mi corazón.
Me siento débil cuando no estás,
eres mi debilidad, ... mi otra mitad.
El enemigo sagaz vería en ti, ... mi talón de Aquiles,
le bastaría privarme de tu existencia
para acabar con la mía.
¡Ven, quédate a mi lado!,
¡hagamos el mismo camino!,
... un mismo destino.
Bella amada
Desde el otro lado del río,
tu mirada penetrante, ... se prolonga como puente invisible,
mirada que invita a cruzar el paso, ... aún existiendo peligros increíbles.
Mujer victoriana,
tez blanca anacarada,
sonrisa encantada, ...
digna de ser amada.
Ante vos muestro mi espada,inclino mi cabeza,y rindo real pleitesía, ...
dulce y bella amada.
Solitario
Solitario, ...
aún estando acompañado,
colmado de besos y abrazos,
siendo querido, amado y sentido .
Solitario, ...
como cruel destino:
no elegido, .. marcado a fuego.
Como una sombra imperceptible,
como humo sinuoso que, en el caminado camino, ...
se difumina.
Solitario, ...
como un fantasma silencioso,
sin ruido ni cadenas, ...
arrastra su condena,
lleva su pena.
Solitaria soledad
¡que duele!, ... hasta el punto de anhelar
la llegada, ... de la la Dama de la Guadaña y así:
sentir la vida, al menos ...
cuando la vida se pierde.
Invictus
En la noche que me envuelve
negra como un pozo abominable
yo agradezco al dios que fuere
por mi espíritu inconquistable.
Atrapado en este circunstancial lugar
yo he gemido pero no he llorado
ante las puñaladas que me deparó el azar
mi cabeza sangra, pero no me he postrado.
Mas allá de este lugar de furia y de lágrimas
me acosan las sombras con terror.
Pero tantos años de amenazas
me encuentran sin temor
Ya no importa cual fue mi camino
ni cuantas culpas he acumulado.
Soy el dueño de mi destino
Y mi alma yo mismo he guiado
William Ernest Henley: Invictus
La Coraza
Mi verdadero Yo está dentro de mi cuerpo.
Mi cuerpo es como un yelmo, una coraza, un panzer alemán,
la fuerza de choque de esa entidad que, ... soy yo.
Veo a través de ella el mundo exterior.
A veces veo tantas cosas malas y duras, que no se
si la coraza aguantará las embestidas.
Es duro el camino cuando no me acompaña la esperanza.
Es duro porque el camino sin esperanza es un camino infinito,
es caminar en círculos por el desierto, o como sentir frío, ... mucho frío y, no hallar nada con lo que arroparte.
Ante mí, ...otras corazas avanzan, se relacionan e interactúan.
Siento que algo o alguien me observa desde el interior de los otros cuerpos, también me esfuerzo en querer ver quién o quiénes están en su interior, pero no lo consigo, ¡tantos cuerpos y, ... tan solos!
Somos extraños, entidades inexploradas hasta para nosotros mismos. Infinitos mundos, ... infinitos desconocidos.
Quiero salir de la coraza, de mi "submarino" particular, emerger entre las olas. Sentir los golpes, las caricias, ...el dolor Bello y Dulce que se siente cuando uno sabe que está vivo.
Que los amaneceres y puestas de Sol no sean meras rutinas,
sino inmensas páginas en blanco, ... deseosas de ser escritas.
Tener la lucidez de ver, siempre, ... lo que verdaderamente es importante:
¡Vivir y, ... dejar Vivir!
Paz
Paz interior
que me allane el camino,
que haga enmudecer la voz de mi conciencia,
que haga más grata mi existencia.
Paz interior
que me procure paso firme,
aún por ciénagas pantanosas,
bosques cerrados y cumbres borrascosas.
Paz interior que me ilumine,
para ver a la persona y no al personaje.
Paz interior, que haga ligero mi equipaje.
Paz interior,
que fortalezca los momentos de flaqueza,
para cumplir dignamente con mi deber,
para hacer, ... sin deshacer.
Paz interior,
como camino de vida, faro del navegante.
Referencia siempre constante,
de una humanidad, ... errante.
Paz interior,
para los que le quedaron cosas por decir,
para los que le quedaron cosas que escuchar, ...
para los que le quedaron cosas por hacer.
Paz interior,
da abrigo a mi nave en tu puerto,
templanza ante los violentos,
constancia para seguir el camino
y, serenidad para cuando llegue la hora, ...
mi hora final.
Para todos, ... Paz Interior.
La luz de tu mirada
Es la luz de tu mirada,
la que hace visible el camino de mi vida.
La transparencia de tu mirar es como agua fresca que calma la sed del camino, ... aliento vital que llena mi vida de alegría, esperanza e ilusiones.
La sinceridad de tu mirada
tranquiliza mi alma, me conquista, me vence, ... me puede.
Hablas sin palabras, ... ries, lloras, cantas, sueñas, ... todo sin palabras.
Hablas a gritos, sólo con tu mirar.
Necesito tu mirada, sentirla en mí,
en mi camino, ... nuestro camino.
Necesito tu mirada ...
Cuando pase la tormenta
Cuando pase la tormenta
reconstruiré de nuevo mi casa,
me amarraré fuerte los zapatos,
caminaré de nuevo y respiraré el aire del vivo.
A cada paso nacerá el Sol,
y la Luna nunca más besaré, …
ninguna estrella seguiré.
Cuando pase la tormenta,
ninguna mañana más será incierta,
ni caminos abruptos ni senderos tenebrosos, …
todo eso sólo serán despojos.
No tendré temores ni inquietudes,
el camino será ligero como la seda,
y dulce como un beso.
Experimento nacer cada día,
robando al pasado su existencia,
y el futuro sólo importa, … cuando se hace presente.
Después de la tormenta somos más grandes,
crecemos y aprendemos pero sabemos que
otra tormenta más fuerte vendrá.
Cuando pase la tormenta, recompondré mi armadura, y curtiré mi Alma a base de pacientes limaduras.
Gracias a todos por haber llegado hasta aquí
Tuareg